La fuerza de la humildad
En una genuina humildad yace una fuerza enorme. Libérate de las exigencias de tu ego, y no habrá límites en cuanto a dónde podrías llegar.
Deja de lado tu deseo de controlar a los demás y ampliarás enormemente tu capacidad de controlar, enfocarte y manejar tus propias acciones.
Deja de lado la ilusión de creer que ya lo sabes todo y te abrirás a niveles más elevados de claridad.
Supera la necesidad de hallar culpables y alcanzarás un grado mayor de responsabilidad.
Deja pasar el impulso de juzgar a los demás y serás capaz de enfocarte mucho más claramente en cuestiones de verdadero valor.
Abandona la idea de que eres mejor que los demás y todo un mundo de nuevas oportunidades se abrirá ante ti.
Deja de buscar sacar ventaja injustamente y podrás desarrollar una efectividad imparable.
Renuncia a exigir más y empieza a esperar lo mejor. Experimentarás un nivel de verdadera abundancia que nunca antes podrías haber imaginado.
Vive cada instante con humildad, amor, respeto y gratitud por todo aquello que te rodea en la vida.
Y descubrirás un tesoro inagotable.
Agradece a la vida por todas aquellas personas que estan junto a tí, por las que estuvieron y por las que aún no lo estan.
Y aunque creas que alguien ha sido injusto contigo, no juzgues, agradece a la vida porque esta persona te hizo tomar otro camino que será benefico para ambos.
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