Rasgos comunes de los estilos de Taijiquan

De lo diversos estilos del taichi, entre ellos el Chen, Yang y el Wu a pesar de contar cada uno de ellos con características propias, tienen los siguientes rasgos comunes:
  1. El cuerpo se extiende y se relaja de manera natural, dando prioridad a la flexibilidad. Cuando se ejercita, el ejecutante debe mantener el tronco recto, moverlo con naturalidad y agilidad y mantenerse siempre en una posición firme y segura. Los movimientos, al igual que las nubes en el cielo, son ágiles y ligeros, aunque bien equilibrados y estables. El movimiento es parejo y fluido, y los músculos no deben endurecerse ni ponerse rígidos. Cuando se practica el taijiquan, la exigencia de flexibilidad y naturalidad no significa que la ejecución de los movimientos sea débil y carente de vida.
  2. La mente permanece tranquila pero alerta y la conciencia debe dirigir el cuerpo. Al practicar el taijiquan es indispensable que los movimientos sean guiados por la conciencia y que haya quietud en el movimiento (o sea, la unidad de la quietud y el movimiento). Por eso, el taijiquan requiere de la combinación del entrenamiento físico, mental y respiratorio.
  3. Durante todo el período de ejercicios, los movimientos del cuerpo deben estar perfectamente coordinados. El taijiquan exige que las manos, los ojos, el cuerpo y los miembros se muevan como un todo, teniendo a las piernas como base y a la cintura como eje. Los movimientos son suaves y lentos. Cada parte del cuerpo está en constante movimiento. Los ejecutantes nunca deben actuar como muñecos y jamás deben olvidar los movimientos de las piernas y de la cintura mientras ponen atención a los de las manos.

Referencia: "El Taijiquan, una forma del kungfu" Libros de la Gran Muralla
Publicado por China Construye. 2da. edición, 1986

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