TAIJI ESTILO SUN

EL TAICHI ESTILO SUN
y el cultivo de la salud

Paul Lam y Jef Morris

El Dr. Paul Lam lleva más de 30 años practicando la medicina y el Tai Chi y trabajando sobre la aplicación de este arte a la recuperación y el fortalecimiento de la salud. En este artículo se esboza la historia del estilo Sun, se exponen las características que lo hacen especialmente apropiado para dicho cometido, y se resalta la importancia de los estudios científicos para avanzar hacia la integración del Tai Chi en nuestros sistemas sanitarios.


Historia del Tai Chi estilo Sun

De los cuatro principales estilos, Chen, Yang, Wu y Sun, este último es el más joven, y tiene ciertas características que lo hacen único. Su creador, Sun Lutang (1861-1932) era un famoso maestro de otras dos artes marciales internas, el Xingyiquan, que integra la forma exterior y la intención interior) y el Baguazhang, disciplina basada en los ocho trigramas del I Ching, el Libro de los Cambios.

Un día, Sun Lutang se encontró con Hao Weizhen, uno de los máximos exponentes del Tai Chi en aquellos años. Pero Hao estaba enfermo, y Sun, un hombre compasivo, le consiguió una habitación en un hotel y un buen médico para que le tratara. Durante su convalecencia, Hao estuvo viviendo tres meses en casa de Sun y enseñándole Tai Chi. Aunque entonces Sun tenía más de cincuenta años y ya era un artista marcial famoso, estaba abierto al aprendizaje de nuevas habilidades.

Aunque Sun Lutang empezó a practicar Tai Chi a una edad relativamente avanzada y sólo lo estudió durante un breve período, se le considera en la actualidad como uno de los grandes innovadores del arte del Tai Chi. De hecho, fue el creador de uno de los principales estilos, un ejemplo claro de que la edad no es una limitación. Sun también fue un visionario en cuanto que contribuyó a hacer el Tai Chi accesible a las personas de todo tipo poniendo de relieve sus beneficios para la salud. Fue autor del primer libro sobre Tai Chi para la salud, y también el primero que enseñó abiertamente a mujeres.

No obstante, Sun hacía hincapié en que su estilo de Tai Chi era puro Tai Chi, y que no incluía elementos del Xingyiquan ni del Baguazhang. Los rasgos característicos que hacen su Tai Chi tan poderoso se deben en gran medida al hecho de que Sun le incorporó los considerables conocimientos sobre el cultivo del qi que había adquirido con otras artes marciales internas.
Sun decía que el nivel más elevado del Tai Chi es el Tao. El Tao y el taoísmo se basan en la antigua concepción filosófica china de la naturaleza. De la misma forma, Chen Wangting, el creador original del Tai Chi, basó su arte marcial en la medicina tradicional china y en la comprensión filosófica de la naturaleza. Nuestra opinión es que el Tai Chi se creó con el objetivo primordial de cultivar la salud con un enfoque holístico y de armonizar al hombre con la naturaleza, y no simplemente con un fin marcial.


¿Cuáles son las peculiaridades del estilo Sun?


El Tai Chi estilo Sun posee varias características únicas:

1) Un poderoso qigong
. A lo largo de toda la secuencia del estilo Sun, con cada vuelta y en cada transición, existe un movimiento de apertura y cierre. Aunque es fácil de aprender, esta forma posee diferentes niveles de profundidad que favorecen el cultivo del qi e incorporan el ejercicio de los principios esenciales del Tai Chi. Según el alumno progresa en la práctica, aumenta su comprensión y su forma pasa a un nivel superior. Esto le permite alcanzar un estado de calma mental (Jing) y experimentarlo de manera habitual. Los movimientos de apertura y cierre también facilitan la respiración Qigong. Debido a estas características, la forma de estilo Sun constituye uno de los elementos principales de nuestros programas de Tai Chi para la salud.

2) El medio paso. Cuando se da un paso adelante o atrás con un pie, el otro le sigue. Esto resulta especialmente útil por las siguientes razones:
• Libera la tensión de las rodillas, con lo que se minimiza el riesgo de lesiones.
• Sitúa al practicante en una posición estratégicamente más ventajosa para acercarse al adversario sin perder el equilibrio.
• Hace al practicante moverse el doble, lo que contribuye a mejorar la movilidad, especialmente en personas con problemas de artritis.
• A niveles superiores, es la base de la emisión de fuerza (fajin) mediante la integración de la respiración con los principios del Tai Chi.

3) Ritmo fluido. El ritmo al que se ejecuta el estilo Sun es como el fluir del agua de un río, suave y tranquilo, pero con un inmenso poder bajo la superficie. Esto infunde armonía a los movimientos, lo que motiva a los alumnos a aprender.

4) Posiciones altas. La posición elevada hace este estilo más accesible a las personas mayores o discapacitadas.

5) Facilidad de aprendizaje. Los movimientos del estilo Sun son más simples que los de otros estilos, de modo que el principiante puede aprenderlos fácilmente y sentir desde una fase temprana la satisfacción de que está consiguiendo algo. No obstante, la gran profundidad de este estilo hace de su práctica un desafío interesante y placentero que anima a los alumnos a avanzar y a crecer con la comprensión de las formas.

6) Autocorrección. Casi como si su creador le hubiera añadido un mecanismo de autocorrección, el practicante de estilo Sun puede percibir cómo debe moverse para favorecer la conexión del qi. Cuando la práctica sigue los principios del Tai Chi la percepción del qi es más fuerte. Del mismo modo, cuando nos apartamos de los principios, el nivel de qi desciende. Así pues, y hasta cierto punto, el practicante puede mejorar su nivel por sí solo mediante la práctica consciente, sin tener que depender siempre de la presencia de un buen profesor.


Una herramienta eficaz para el fortalecimiento de la salud

La continua aceleración de la vida que llevamos hace cada vez más necesario bajar el ritmo para mantenernos equilibrados. Necesitamos menos estrés y más ejercicio físico, a ser posible combinado con un entrenamiento del cuerpo y de la mente, para mejorar nuestra salud física y mental. El Tai Chi es un ejercicio que ayuda a la relajación y a la concentración en el plano mental, y que a la vez incrementa la fuerza muscular, la flexibilidad y la forma física en general, de modo que ambos aspectos, el físico y el mental, se complementan de forma holística.

En estos tiempos casi todo el mundo está demasiado ocupado. La gente quiere obtener resultados rápido, y para ello es útil trabajar con un estilo como el Sun, sencillo y relativamente fácil de aprender. La práctica del estilo Sun mejora la calidad y cantidad de qi y ayuda a mejorar la salud en un plazo relativamente corto, lo que supone una ventaja para los nuevos practicantes de Tai Chi. Cuando uno alcanza cierto nivel de conocimientos, disfruta de la práctica y nota sus beneficios, es más probable que continúe practicando y creciendo con el arte. Experimentar resultados a corto plazo hace que los alumnos "se enganchen" al Tai Chi.

El exceso de estrés, sobre todo durante un período prolongado, incrementa el riesgo de dolencias crónicas, tales como lesiones cardiacas, úlceras gástricas o colon irritable, y pueden afectar al control de la diabetes, además de debilitar nuestras defensas. El poderoso Qigong del estilo Sun regula el ritmo respiratorio, infunde serenidad y facilita la relajación, lo que contribuye a reducir los niveles de estrés que experimentamos en la vida diaria. Al mismo tiempo la fluidez de los movimientos permite recuperar y mejorar la movilidad y reducir el riesgo de caídas, todo lo cual ayuda a mantener una buena salud. Por ejemplo, el doctor Lam ha padecido artritis desde hace casi 40 años, pero la práctica del Tai Chi le ha mantenido sano y flexible. De hecho tiene más flexibilidad y más fuerza que muchas personas a las que dobla en edad, y ha comprobado en sí mismo que el estilo Sun es especialmente eficaz en la prevención de resfriados e infecciones víricas y que acelera el proceso curativo.


El nuevo desafío para la salud del siglo XXI

En el siglo que comienza, las enfermedades crónicas se convertirán en un grave problema y en una carga insostenible para los sistemas sanitarios de los países occidentales. La autoayuda, incluyendo el ejercicio físico habitual, será necesaria para hacer frente a este desafío.

La popularidad del Tai Chi como ejercicio físico está creciendo por sus grandes beneficios para la salud y porque es agradable. En los últimos tiempos ha aumentado el número de estudios científicos relacionados con este arte. Tomemos como ejemplo los estudios que demuestran la eficacia del Tai Chi en la prevención de caídas. Estos estudios han promovido notables cambios en la política sanitaria de los servicios de salud de diferentes países. La Corporación para la Compensación por Accidentes (ACC), un organismo estatal neozelandés que paga indemnizaciones por todos los accidentes y lesiones que padecen los ciudadanos, ha llegado a la conclusión de que la prevención es mucho más barata que el tratamiento. Basándose en las evidencias de los citados estudios, la ACC subvencionó en 2005 las clases a 10.000 personas para que practicaran Tai Chi a fin de reducir el riesgo de caídas. Para mucha gente el Tai Chi es una alternativa más atractiva que otros tipos de ejercicio físico porque es una actividad suave y agradable que puede realizar prácticamente cualquier persona. Los estudios también muestran que el Tai Chi es una actividad con un alto índice de adherencia, y todos sabemos que el ejercicio sólo funciona si la persona que lo realiza disfruta con él y lo practica con asiduidad.

El uso del Tai Chi para el fortalecimiento de la salud ha creado un enorme mercado que puede ser una gran oportunidad para los instructores de Tai Chi. El número de personas con problemas de artritis, dolor de espalda y diabetes es muy alto en casi todos los países, y con el progresivo envejecimiento de la población mundial, la incidencia de estas dolencias está aumentando rápidamente.

Los profesores de Tai Chi tienen delante un gran reto si quieren hacer llegar este arte a más personas. ¿Pero cómo adaptar el Tai Chi, un arte marcial tradicional chino, al mundo moderno para que las personas con problemas crónicos puedan beneficiarse de él? ¿Y cómo adecuar los métodos de enseñanza tradicionales a un sistema moderno y fácil de aprender para que pueda beneficiarse de él más gente?

Trabajar en colaboración con los profesionales de la salud es un paso necesario para poner el Tai Chi al alcance de los enfermos crónicos a fin de que su práctica sea eficaz y segura. La adaptación de la enseñanza a las características y necesidades de los alumnos hará aumentar la efectividad de la práctica y el índice de adherencia. Con la ayuda de los profesionales de la salud y de las necesarias investigaciones científicas el Tai Chi podrá integrarse más en los sistemas sanitarios modernos y ser considerado más como un complemento terapéutico con resultados mensurables que como una actividad alternativa.


Adaptando el arte a problemas concretos

En la antigüedad el Tai Chi se aprendía como una forma de arte marcial. En los últimos años, sin embargo, la inmensa mayoría de los practicantes de Tai Chi lo hacen para mejorar su salud. Este cambio de objetivos exige una adecuación de las formas, de su enseñanza y su práctica. En nuestro caso, hemos buscado la colaboración de profesionales de la sanidad para crear varios programas de Tai Chi adaptados a problemas específicos.

Como arte marcial, el Tai Chi contiene cierto número de movimientos difíciles, algunos de ellos de alto riesgo, por ejemplo los saltos y patadas del estilo Chen, o los giros sobre la pierna flexionada que soporta el peso en estilo Yang. Si no se ejecutan correctamente, estos movimientos pueden provocar lesiones. E incluso si se realizan con todo cuidado, pueden ser peligrosos para alumnos de edad avanzada o con dolencias crónicas. En este sentido el estilo Sun es relativamente seguro, aunque también contiene algunos movimientos de alto riesgo.

Por todo ello en nuestros programas nos hemos esforzado por eliminar todos los movimientos de alto riesgo, manteniendo las propiedades sanadoras del Tai Chi y centrándonos en que sea eficaz, seguro y fácil de aprender. Para su difusión se ha creado un completo sistema de formación de instructores que incluye precauciones y medidas de seguridad, métodos de enseñanza sencillos y comprensibles, y la secuencia completa de movimientos adaptados a cada dolencia, así como ejercicios de calentamiento y cierre. Estos programas han sido adoptados por numerosas instituciones en todo el mundo, entre ellas las fundaciones para la Artritis de Australia y Estados Unidos, Osteoporosis Australia, Arthritis Care UK y Diabetes Australia.

A continuación describiremos brevemente la orientación que se ha dado al tratamiento de cada dolencia:
- Artritis. Se trabaja con una secuencia basada en el estilo Sun destinada a aumentar la fuerza muscular y la flexibilidad y a mejorar la forma física en general. También se pone especial énfasis en la relajación, ya que se ha comprobado que ayuda a aliviar el dolor y a mejorar la calidad de vida. Varios estudios publicados muestran mejoras significativas en la salud de los alumnos después de tres meses de práctica.

- Diabetes. A fin de que los ejercicios sean seguros para los diabéticos, en este programa se va aumentando gradualmente el esfuerzo físico para evitar los cambios repentinos de los niveles de glucosa en sangre. Dado que se ha comprobado que la relajación contribuye al control de la diabetes, también se presta especial atención a este aspecto. Asimismo se han aplicado los principios de la medicina tradicional china para estimular los meridianos de acupuntura o canales energéticos que ayudan a controlar la diabetes. El trabajo se basa en formas de los estilos Sun y Yang.

- Dolor de espalda. Teniendo en cuenta los resultados de investigaciones médicas recientes, se ha adaptado el programa de Tai Chi para la artritis con el objetivo de maximizar sus efectos terapéuticos para el dolor de espalda. También se ha incorporado una serie de ejercicios de Qigong creada por el Dr. Lam que integra la investigación moderna en el Tai Chi estilo Sun, y ejercicios específicos para el fortalecimiento de los músculos estabilizadores profundos, factor clave para aliviar el dolor de espalda.

- Osteoporosis. Con el apoyo de recientes estudios médicos, hemos combinado los estilos Sun y Yang para potenciar el aumento de la densidad ósea y el equilibrio.


Estudios científicos
Aquellos de nosotros que hemos trabajado con el Tai Chi sabemos lo beneficioso que es para nuestros amigos, nuestros alumnos y nosotros mismos. Los autores de este artículo recibimos correos electrónicos prácticamente a diario de personas que nos dicen cuánto ha mejorado el Tai Chi su salud y su calidad de vida. Pero eso no es suficiente para llegar a la mayoría de los profesionales de la salud, instituciones y sistemas sanitarios. Para estas personas y organizaciones es de gran importancia que las terapias estén basadas en hechos demostrados.

En los últimos años los sistemas sanitarios de muchos países han financiado y promovido activamente el Tai Chi gracias a pruebas científicas que demuestran su eficacia. Para llegar aún más lejos es necesaria mucha más experimentación científica. A continuación enumeramos algunos de estos estudios, basados en nuestro programa de Tai Chi para la artritis, a fin de mostrar la importancia de la evidencia científica.

El primer trabajo fue publicado en 2003 por el Journal of Rheumatology. Para realizar este estudio se separó aleatoriamente a 72 pacientes con artritis en dos grupos, uno que practicó Tai Chi y otro de control. Después de tres meses, entre los pacientes del primer grupo un 35% había experimentado una disminución del dolor, un 29% alivio de la rigidez, y un 29% un aumento de la capacidad de realizar tareas cotidianas, tales como subir escaleras, además de un fortalecimiento de los músculos abdominales y una mejora del equilibrio.

En un segundo estudio, publicado en junio de 2005 por el Journal of Advanced Nursing, participaron un total de 68 personas con una edad media de 77,8 años. Como en la prueba anterior, se formó dos grupos, uno que practicó Tai Chi y otro de control. El primer grupo recibió tres clases semanales durante un período de doce semanas, y los participantes fueron sometidos a revisiones médicas antes y después de este período. El estudio concluye que el programa de Tai Chi para la artritis mejoró el equilibrio y la fuerza física de los sujetos y redujo el riesgo de caídas en comparación con el grupo de contro.

El tercer estudio, publicado en 2005 por la Unidad de Promoción de la Salud del Area Central de Sydney, constituye el mayor estudio sobre prevención de caídas realizado hasta la fecha. En él participaron 700 sujetos. Después de 16 semanas practicando Tai Chi (un 80% de los participantes realizó nuestro programa para la artritis), se había producido un descenso significativo en el número de caídas: hasta un 35% en los casos de caídas ocasionales y aproximadamente un 70% en los pacientes con caídas frecuentes. El estudio concluyó que «en comparación con otras intervenciones para la prevención de caídas, la prueba ha mostrado que el Tai Chi es uno de los métodos más eficaces de prevenir las caídas en personas mayores».

Los estudios científicos nos ayudan a comprender mejor cómo funciona el Tai Chi. Por ejemplo, los resultados de trabajos recientes sobre los músculos estabilizadores profundos nos han sido de gran ayuda en la selección de los ejercicios de Qigong más efectivos para el tratamiento del dolor de espalda. Tenemos a nuestra disposición un inmenso legado de saber y conocimientos tradicionales que se pueden mejorar y refinar utilizando los resultados de la investigación científica.

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